¿Por qué no puedes echar a la fuerza a los inquilinos morosos?
A diferencia de un okupa, si nos estamos ante un caso en el que tenemos que echar a un inquilino moroso de una propiedad la situación es completamente diferente. En estos casos, el propietario cede la habitabilidad de su casa a otra persona a cambio de una cuota mensual, por lo que no está cometiendo ningún delito de usurpación estando allí.
Cuando nos encontramos en una situación en la que un inquilino decide dejar de pagar las cuotas de la vivienda que le dejamos en alquiler, es posible que nos sintamos con la tentación de intentar echarlos a la fuerza, ya sea accediendo al domicilio o dejando de abonar facturas de luz y gas a nuestro nombre, para que se corten los suministros. Sin embargo, estas acciones pueden acarrearte problemas legales, ya que un juez podría considerarlas como coacciones o incluso allanamiento (recuerda, aunque la propiedad sea tuya, el verdadero habitante de una casa alquilada es su inquilino, por lo que le corresponde a él decidir quién entra y quién no).
Por esto, si tenemos que enfrentarnos a un inquilino moroso, lo mejor es recurrir a las autoridades o a empresas especializadas en desalojar inquilinos morosos, como D.I.O. Express. No solo nos dedicamos al desalojo de okupas, si no que también podemos aplicar nuestro método y conseguir una renegociación de la deuda, o que el inquilino moroso abandone la propiedad.