La okupación ilegal es un problema que afecta principalmente a inmuebles desocupados o en desuso, ya que estos suelen ser los más vulnerables ante este tipo de situaciones. Las viviendas particulares, tanto casas como pisos vacíos, son los objetivos más frecuentes de los okupas, especialmente si los propietarios no residen en ellas de forma habitual. Esto, sumado a la falta de presencia o vigilancia en los inmuebles, facilita la ocupación ilegal, convirtiéndolos en blanco de grupos organizados o personas que buscan aprovecharse de la situación.
Sin embargo, la okupación no se limita solo a viviendas residenciales, sino que también puede darse en otro tipo de inmuebles, como locales comerciales, oficinas, naves industriales y edificios abandonados. En estos casos, contar con una empresa especializada en desokupación es fundamental para recuperar la propiedad lo antes posible, ya que los okupas pueden instalarse con la intención de utilizarlos para vivir en ellos o incluso para fines ilícitos.